Para el equipo, ver subir al pódium a un compañero es un motivo de alegría, es por eso que este reconocimiento es un abrazo en familia con brindis, por Rubén y por todas las manos que luchan por mantener vivo un legado y frenar la erosión genética.
Fue el pasado 8 de Febrero, cuando el crítico británico dio a conocer un proyecto en el que el equipo de viticultura de Bodegas Luis Cañas y Amaren viene trabajando desde hace siete años, bajo la batuta de Rubén, director del departamento y figura destacada del premio
Rubén, quien dirige el departamento de viticultura desde el año 2016, comulgó desde el principio con los ideales de la familia: conservar y poner en valor el terroir.
“Este proyecto de recuperación varietal y de lucha contra la erosión genética ha sido posible gracias a la visión que tienen Juan Luis y Jon Cañas – que llevan décadas defendiendo el viñedo viejo en nuestra comarca, y la importancia que este tiene a nivel paisajístico, a nivel de biodiversidad, a nivel genético…”.
Atkin lleva dos años siguiendo los avances del estudio, que consiste en rescatar variedades minoritarias encontradas en el viñedo viejo de la propiedad familiar. En su informe 2023, y después de catar los vinos resultantes del proyecto, destaca el especial potencial de variedades como la Cadrete, Julen, Malpuesta, Mandón, Morate, pero por encima de todas, coloca la Benedicto, “nada menos que la madre del tempranillo” – recalca el crítico.
En cuanto a su apreciación sobre los vinos de la familia, “uno de los mejores tintos del año 2023” es para Tim Atkin el vino parcelario de BODEGAS AMAREN, EL REGOLLAR 2019, al que otorga 95 puntos. “Un vino delicioso elaborado con las ocho variedades presentes en una viña de 103 años, plantada en suelos rojizos”.
En cuanto a Bodegas Luis Cañas, destaca especialmente el vino de finca RIBAGAITAS, con 94 puntos.
Por parte de la propiedad, Jon Cañas dice recibir la noticia del premio con alegría, ya que reconoce el valor del trabajo constante y de la apuesta de tres generaciones de viticultores por un tipo de cultivo integrado, trabajando en armonía con el entorno natural y social; un camino sostenible iniciado por los fundadores de la bodega familiar en Villabuena de Álava, sus abuelos Luis Cañas y Ángeles Herrera. “Tenemos un gran viñedo, y un gran equipo humano, tanto en la bodega como en el campo que nos ayuda a llevar a cabo este bonito proyecto que es Familia Luis Cañas”.